Vivir la historia del cuerpo para su devenir autónomo

A propósito de comenzar esta semana un nuevo taller de creación poética con Karina Ardizzone, les traigo la reseña de su poemario La forma más autónoma del cuerpo sobre la depresión, el trauma y la cicatrización.

El título ya nos deja clara la intención de expresar el devenir libertad a través del cuerpo y es dedicado a todas esas cuidadoras que sus energías y saberes forman parte de quienes somos.

Familia y Fantasmas

El primer poema «Hamacas» da la sensación de un comienzo ingenuo lleno de preguntas y deseos. En sus últimos versos muestra la relación en significado y acción entre familia y fantasmas. Abre el recorrido al poemario con la nostalgia de un abrir de ojos infantil a la realidad.

El poemario reconoce constantemente a las madres, esas personas que ejercieron el trabajo de cuidadoras del yo poético.

El agua

Poco a poco nos introduce a las sensaciones en la que el poemario se construye. El agua juega un papel muy importante en interpretar las experiencias. El cuerpo estalla para evitar ser una represa y el torrente de agua es un despertar abrupto.

En el poema «Limpieza» se encuentra el agua como una línea divisoria que cuestiona la flexibilidad para esperar cierto resultados en la vida. «Hongos que nacen» «flores en la podredumbre» se interpreta como saber que en todas las situaciones hay capacidad de crear. Aun cuando no es aceptado como bonito, necesario, funcional o bueno. Refleja que el acto de creación es una transformación de hasta lo que hay que remover.

Mantener el cuerpo húmedo es mantener el cuerpo en constante recordatorio de donde viene. Recordarle que si lo mantenemos en cierto estado va intentar sobrevivir de la manera más animal que existe: creando.

Lo cotidiano y lo social

El poemario se vale de imágenes cotidianas para representar simbología social de las profundas dicotomías excluyentes bueno-malo, sano-enfermo, útil-inservible, productivo-pérdida. Y lo cruel que puede ser la sociedad con lo que no cumple o cabe en esas dicotomías.

También muestra la contradicción de la depresión. El comienzo de un nuevo día no es festejo ni de esperanza, sino una carga que nos hace creer que nuestra es un el vacío.

La forma más autobiográfica

El poema que le da nombre al poemario «La forma más autónoma del cuerpo» muestra como el desapego a la vida y el suicidio se aprende a partir de comentarios o negligencias. Morir puede verse como un deseo, una meta o liberación del cuerpo.

En el poemario hay una linda conversación con escritoras. Muestran el acompañamiento en momentos en que solo la poesía parece mantenernos con vida. Crea intimidad a través de las palabras.

Los poemas autobiográficos presentan pasajes violentos que marcan nuestra forma de comprender el mundo y las relaciones. Expone las apariencias que guardamos incluso con nosotros mismos, las ideas que tenemos de lo que hacemos, porque las hacemos y porque fielmente creemos que es lo correcto o lo normal. Hace hincapié en la falta de comunicación como parte de la dinámica de crianza violenta y como consecuencia de la misma. Finalmente muestran que hay procesos para cerrar los ciclos de violencia, procesos que son personales y sin prisas.

Caerse también es moverse

El poema Caída es un gran juego de palabras que nos lleva a un juego de sobrevivencia: caerse es moverse en sentido contrario y estar quieto es caerse. Es decir que cuando se está quieto, se cae entonces se está moviendo en sentido contrario. Lo que lleva a suponer que estar quieto y detenerse no son lo mismo.

Llega el momento en que el poemario entiende la depresión. La acepta y la vive. Siente el vacío, el hambre y esa sensación de que falta algo por dentro y lo que tenemos nos da asco o nos hace daño. Reconoce que muchos pensamientos son solo pensamientos o divagaciones y nos vuelve condescendiente con nosotros mismos. Eso nos libera, nos hace amarnos, entonces nos salvamos.

Redención

El recorrido del poemario termina con una especie de aceptación y agradecimiento. Aceptar el cuerpo fragmentado que somos, no como secuelas o destino, sino como el presente con el que construimos nuestro futuro. Y agradecer a quienes nos han acompañado de la forma que nos pueden acompañar. Una frase que se queda mucho conmigo es: “te amamos/aunque te hayas expulsado/del mundo a vos misma/te amamos” del poema Mensaje de agradecimiento.

Ahora agua regresa redimida, como una fuerza divina que guía con calma. Finalmente el poemario encuentra un momento privado y erótico al saborear todas las piezas que es el cuerpo y cierra con una muestra de amor y dedicación al cicatrizar. Ahí es donde comienza el devenir a la libertad.


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